miércoles, 5 de octubre de 2011

Pautas para marcar límites


“Si quieres aprender, enseña”.
  Marco Tulio Cicerón (106 a.C.- 43 a.C) Escritor, orador y político romano.


Muchos padres y madres acuden a consulta con niños y adolescentes, planteando problemas en la convivencia que, en la mayoría de los casos, son debidos a la falta de normas claras en casa.
Pretendo aportar, desde aquí, unas cuantas pautas para marcar esos límites necesarios en nuestras relaciones familiares, al igual que necesitamos un código civil o un código de circulación para que se establezca un cierto orden en nuestra vida en comunidad. No es necesaria una larguísima lista de normas que todos sabemos que no se cumplirán. Es mucho más efectivo establecer solo cuatro o cinco límites básicos y ser más flexibles en lo demás para poder adaptarnos a los cambios que mostrarán los niños a lo largo de su desarrollo.


Así pues, aquí os detallo la manera más efectiva de marcar límites en niños y adolescentes, con algunos ejemplos que, espero, ayuden a entenderlo mejor:



1.- El mensaje o la norma debe centrarse sobre la conducta

Si queremos que un niño haga o deje de hacer algo, hay que decírselo con claridad, centrándonos en lo que queremos que haga o deje de hacer, es decir, en la conducta en cuestión, no en la actitud o en la valía del niño.
Ejemplo: si el niño nos interrumpe cuando estamos hablando con otra persona, habría que decirle “Espera a que termine de hablar” o “No me interrumpas cuando hablo con otra persona”, en vez de “No seas pesado” o “Compórtate como un niño mayor”.


2.- Ser lo más concretos posible

Pedir las cosas que queremos de ellos de la forma más precisa posible. Normalmente nos vamos por las ramas a la hora de pedirles que hagan algo o damos más de una orden a la vez, lo cual perturba al niño, no entiende ni procesa la información y por tanto no puede cumplir con lo que se le pide.
Ejemplo: Daniel, quítate la ropa, échala a lavar y métete al baño, esta orden sería del todo inadecuada, y más para los pequeños ya que no pueden procesar más de una tarea a la vez. Probablemente además se lo digamos desde otra habitación de la casa, sin comprobar si está centrado en lo que le estamos diciendo o está en otra cosa…
Lo correcto sería ponerse delante de él, bajarnos a su altura para comprobar que nos mira y pedirle: Daniel, ve quitándote la ropa, por favor.
Otro ejemplo con adolescentes sería la hora de establecer el horario de llegada a casa de un adolescente habría que concretar, por ejemplo: "Vuelve a casa antes de las 10". No sería adecuado el mensaje "Vuelve pronto" o "No llegues tarde".



3.- Hablar con calma, no hace falta gritar

Dar las órdenes o instrucciones en un tono de voz normal puede trasmitir más firmeza que dar un grito, que sólo significa que se empieza a perder el control de uno mismo. Y seguro que no es eso lo que queremos que aprendan...



4.- Si es necesario, fijar la consecuencia que traerá  consigo el incumplimiento de la norma o límite

En el ejemplo anterior del horario, si pensamos que el adolescente puede saltarse la norma sería bueno el recordarle la consecuencia: "Ya sabes que si llegas más tarde de las 10, el próximo sábado no podrás salir".
Con niños más pequeños, simplemente consistiría en retirarle un refuerzo potente para él si incumple la norma, por ejemplo, no vería la tele ese día.


5.-  Y lo más importante: actuar en consecuencia.

Un límite es firme si siempre lleva aparejada la consecuencia. La consistencia es el punto más importante del establecimiento de límites: cuando el niño sabe que siempre sus padres actúan como han acordado, tendrá en cuenta la norma y la respetará. Si ve grietas o que algunos días se relajan los padres (o uno de ellos) en aplicar la consecuencia, nunca interiorizará ese límite y seguirá probando hasta donde puede llegar.


7 comentarios:

  1. Gracias Raquel!!
    Qué gran noticia poder tener un espacio donde encontrar pautas y claves para la educación de nuestros hijos.
    Enhorabuena por tu blog, desde hoy soy tu fiel seguidora!

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  2. Gracias por seguirme y por favor, no dejes de hacerme sugerencias sobre temas que te parezcan interesantes para comentar. Un besazo enorme

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  3. Me sumo a los fieles seguidores esperando los tan necesarios consejos, GRACIAS !!!!

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  4. Gracias a ti por seguirlo, intentaré que sea lo más ameno y práctico posible. Un abrazo.

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  5. Muchas gracias Raquel por tus pautas,esto de la educación es tan difícil,nunca sabes si lo haces bien o mal,si eres muy blanda o demasiado dura,etc...
    Desde hoy me hago tu seguidora,muchas gracias por tu ayuda.
    Mis-tres-amores.blogspot.com

    Un beso.

    Elena.

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    1. Gracias Elena, espero seguir leyéndote por aqui y te sigo por tu blog!
      Un beso

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  6. Hayyyy Raquel!! Que dificil vivir con 2 adolescentes!! Intentamos marcar unas pautas, dotarles de valores, que vayan asumiendo su responsabilidad, y cada vez es mas complicado. Supongo que ha medida que crezcan se vayan viendo los frutos. por qué hoy por hoy lo veo negro. Con 15 y 13 años ya deberian tener unos habitos adquiridos que yo no veo. Tendrian que ser consecuentes con sus actos, y ya que la "unica" obligacion que seles da son los estudios....caramba, por qué tenemos que acabar discutiendo siempre?? Me interesa, sigo tu blog y comentarios, a ver si encuentro un camino para hacerles despertarsin morir en el intento. Igual me ves mas negativa de lo razonable, acabo de tener una reunion con la tutora de mi peq (13 años). Esta empezando a cruzarla raya.....
    Le expulsan de clase, no hace los deberes, no se responsabiliza, miente..... Menos mal que no hemos llegado a faltas de respetocon profes o compañeros. Yo estoy en casa y veo como funciona, y no es la correcta, pero no se como hacerselo entender. No quiero estenderme mas..... Solo queria decirte q haces una buen labor y muchas nosvamos a aprovechar de tu blog!!

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