martes, 9 de abril de 2013

La Tribu necesaria


"Tu tribu sabrá ver en tus fallos, la semilla de tus éxitos"
Sir Ken Robinson


Parece evidente la necesidad de que así sea...pero qué difícil nos resulta a veces valorarnos, sentir que somos capaces. Normalmente tiene que venir algún “ángel” cercano en forma de madre, amigo, hermana o compañero que nos recuerda que somos especiales, intrínsecamente buenos, que podemos, que valemos, que simplemente SOMOS. Y lo que somos es importante, muy importante. Nos permite hacer muchas cosas, nos da un lugar en el mundo, nos muestra nuestro papel en la vida.

Cuando alguien te dice “creo en ti”, te da alas, saca de ti lo mejor que tienes, lo que no podemos ver porque estamos inmersos en lo negativo, en la oscuridad de nuestros problemas. Cuando alguien te entrega su confianza plena, te lo está dando todo. Te devuelve las riendas de tu propia vida. Cuando no hay cortapisas ni dudas, sólo cariño y convicción en esas palabras de quien te quiere y desea que evoluciones, lo des todo, mejores…sólo queda confiar y echar a volar. 


Y es que, para evolucionar es importante “saber rodearse”. Mi admirado Ken Robinson, todo un referente en el ámbito de la educación, habla de la necesidad de una “tribu” para desarrollar los talentos. Esa persona o grupo con los que sientes que eres capaz de todo, que te anima, que te apoya cuando desfalleces, que no sólo no pone palos en las ruedas sino que te allana el camino. Personas cercanas a las que te une una sintonía inusual, casi milagrosa, que saben cómo te sientes con sólo una mirada…es en ese entorno confiable, en el que se desarrolla todo nuestro talento y nuestro potencial al máximo. 


Pero ¡cuidado!, tenemos la tendencia de dejarnos influir demasiado por las opiniones de otros, de TODOS. Y es evidente que todas las personas que nos rodean no pueden tener el mismo “peso”, tenemos que saber seleccionar. ¿Quién no ha tenido compañeros envidiosos o trepas dispuestos a cualquier cosa por hacerse notar? ¿Quién no se ha sentido poco valorado (o nada) en su propia familia cuando quería emprender algo que se salía de lo corriente? Esas personas que nos prejuzgan o nos coartan no deberían ejercer ninguna influencia sobre nosotros y si lo hacen es porque les dejamos, les damos el poder de hacernos daño. 



Todo este asunto es todavía más peliagudo hablando de niños porque comentarios de los padres, los abuelos o los profesores, incluso con la mejor intención del mundo, puede hacer que se sientan heridos y lo que es peor, que no vuelvan a intentar nada creativo y novedoso porque en su entorno, su tribu le ha dicho que “se deje de tonterías”. Pienso que es importante dejarles experimentar, probar, EQUIVOCARSE y caer…¿de qué otro modo podrán aprender y encontrar su camino? En el colegio de mis hijos había una profesora de lengua y mates que decía abiertamente en clase, que aprender música era una estupidez, que no servía para nada y que además no se gana dinero…¿¿cómo puede darse un mensaje de ese tipo a los niños desde la escuela?? Afortunadamente, los profesores con esa mentalidad son aplastante minoría (o eso prefiero pensar).


Desde el colegio y desde casa, es muy importante que ayudemos a nuestros niños a sentir que están en su tribu, afianzaremos su autoestima y conseguirán indagar sin trabas hasta encontrar lo que hacen bien y además, les hace felices…¿se puede pedir más?